Hojas verdes
La expresión japonesa "yatta!" se puede traducir por "¡ya está!", "¡lo hice!", o "¡de acuerdo!". Los más frikis del lugar recordarán esta expresión por las innumerables partidas de Street Fighter 2, jugando con la bella Chun-Li. Tras derrotar a sus adversarios, la luchadora estallaba de felicidad, dando saltos y haciendo el símbolo de la victoria al tiempo que exclamaba "yatta!". Esa construcción informal tiene un gran uso en cualquier conversación, y ha sido elegida por un curioso grupo como su grito de guerra.
Happatai (grupo de la hoja) está formado por Nanbara, Nagura, Horiuchi, Harada, Ooki y Oouchi (humoristas procedentes a su vez de los grupos Utchan Nanchan, Neptune y Bibiru), y este conjunto procede de un programa de televisión llamado Warau inu no hakken. Este programa está estructurado en sketches ("Silly Go Lucky"), al estilo de Saturday Night Live, es decir, humor gamberro, parodias y música, pero con un decidido toque más cartoon. Entre los gags más célebres estaban "Ova!", "Cat Players", y el número "Green Leaves", cuya canción "Yatta!" alcanzó gran popularidad y aceptación entre el público. Probablemente la intención del gag era parodiar el fenómeno de los "boy-band", o grupos prefabricados, pero el invento ha ido mucho más allá. Es sabido que estos grupos prefabricados tienen una imagen preconcebida, un vestuario estudiado a medida, una personalidad concebida en el laboratorio para cada componente, y un éxito pegadizo que tiene su coreografía incrustada para que las fans no puedan resistirse al embrujo del espectáculo. Con esos ingredientes han jugado estos japoneses para difundir un mensaje bien distinto y un propósito bien diferente. Happatai no es un grupo cualquiera.
Lo más característico, como puede verse en su mismo nombre, es su puesta en escena. Ataviados tan sólo con unos calzoncillos color carne que tienen una gran hoja tapando los genitales, reclaman una especie de "regreso", de vuelta a la sencillez, la pobreza y la humildad. Y la verdad es que esa presentación impacta, sobre todo porque no deja indeferente a nadie. Lo de la desnudez como metáfora de la humildad y la sencillez personal no es gratuito, se corresponde a la perfección con la letra de su gran éxito. La canción tiene como telón de fondo los problemas que actualmente vive Japón. El país del Sol Naciente se halla sumido desde hace unos años en una profunda crisis de identidad. Problemas económicos, paro, recesión, corrupción política, desconfianza hacia las instituciones, competitividad cada vez más brutal, ruptura con las tradiciones, falta de comunicación...